Seamos sinceros, el principal problema de una empresa low cost es que los clientes son extremadamente infieles.

Esto se debe a que, por definición, el público objetivo de estas empresas son personas que sólo se fijan en los precios. Están dispuestos a sacrificar servicios y comodidades con tal de un precio menor.

Si tienes una empresa low cost y crees que la única forma de competir contra tu entorno es con una guerra de precios, tranquilo, elimina esa perniciosa idea y continúa leyendo.

LIDERAZGO EN COSTES

Aunque esto es básico, la clave del éxito en una empresa de bajos costes consiste en que, por algún método, conseguir tus productos a un precio mucho más bajo que los de su competencia.

Lo importante es adquirirlo al menor precio. Este liderazgo le permitirá poner los precios más bajos del mercado, o en su defecto el mejor coste-beneficio.

No «Frills»

Si no consigues reducir aún más los costes de adquisición, y no quieres reducir la calidad del producto consiguiendo otro más barato y de peor calidad, siempre puedes buscar reducir costes por otro lado.

En los productos de alta categoría se suelen añadir “pijadas”, pequeños pluses que ayudan a justificar los precios. ¿Tiene tu producto algo así? Entonces deberías probar a eliminarlo.

VALOR PERCIBIDO

La clave del éxito para las empresas low cost está en la diferenciación. Ser visto como único atrae más clientes, y provoca que se regatee menos.

Pero aún se puede hacer más. Hay que invertir en el Valor Percibido.

El 80% del valor que una persona le da a una marca está en los intangibles, es decir, que la mayor parte del valor se encuentra en elementos como la atención al cliente, la imagen visual, el diseño del local, los tiempos de espera, la filosofía de la empresa, etc.

Podemos dividir este 80% en tres partes bien diferenciadas:

Experiencia de usuario

Es el área que busca satisfacer al cliente, intenta que las vivencias durante la adquisición del bien/servicio sean lo más satisfactorias posibles.

  • Expectativas: La clave está en cumplir lo prometido. Lo justo por lo pagado. Es importante no exagerar pues aunque el producto sea bueno, si no cumple con lo prometido será percibido como malo.
    Un ejemplo sucede en el cine. Un trailer puede vender una película como de una calidad de 10, pero si al final la película es un 8 el espectador saldrá decepcionado.
    Un 8 sigue siendo un buen resultado, pero es dos puntos inferior a los que se esperaba, y eso es con lo que se queda al final el cliente.
  • Facilidad de uso: El cliente tiene una vida, con sus problemas y giros. No se la compliquemos más. Si para adquirir tu producto tiene que realizar una serie de complejos pasos llegará un momento en que se canse, le moleste y abandone.
    Para que pueda entender el servicio y adquirirlo, hay que ponérselo lo más fácil posible, para un negocio exitoso es esencial.
  • Calidez: El trato humano. Los trabajadores de la empresa ya no son embajadores de la marca, SON la marca. Un mal trato será visto como una mala marca.
    Ofrecer sonrisas, ser cortés y servicial. Simplemente es tan fácil y tan difícil como ser educado.

Propuesta de Valor

Las empresas deberían de ser algo más que un simple servicio que soluciona un problemas. La gente quiere saber por qué debería elegirte a ti frente a la competencia. ¿Qué te hace diferente, qué te hace especial?
Definir la Causa de tu empresa, su Filosofía y su Historia es un buen comienzo para ello.

Valor diferencial

¿Recuerdas las expectativas que mencioné un poco más arriba? pues aquí consiste en superarlas.

  • El efecto Wow. Intenta sorprender a tu cliente incluyendo un servicio que no espere, algo que no está anunciado, y preséntalo como un detalle que la empresa tiene con sus clientes. Funciona, y gratamente.

Me encantaría conocer tu experiencia con una low cost, puedes dejarla en los comentarios.